Según un estudio reciente, hay un nuevo componente que consumimos a diario que sirve para preservar las funciones cognitivas. Te contamos cuál es.
El desayuno es considerado la comida más importante del día debido a que los alimentos que consumimos son los primeros después de un largo periodo de ayuno, derivado de las horas en las que se está dormido. Además, lo que ingerimos en este momento, es el motor para empezar las actividades de nuestra rutina diaria.
Recientemente, un estudio de la Universidad de Tsukuba, Japón, publicado en en la revista Gerosciente, encontró que hay un elemento muy común en los desayunos y meriendas que sirve para mejorar la capacidad cognitiva y potenciar la memoria.
Se trata de la trigonelina, presente en el café, que posee propiedades de mejora cognitiva y mejora el deterioro cognitivo en la vejez. Este alcaloide vegetal que se encuentra también en las semillas de fenogreco y el rábano.
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Cómo fue llevado a cabo el estudio
Los científicos japoneses administraron 5mg/kg diarios de trigonelina por vía oral a ratones durante 30 días. Como consecuencia, los sujetos experimentaron una mejora significativa en la prueba del laberinto acuático de Morris. Su rendimiento en aprendizaje espacial y memoria había aumentado con respecto a los ratones que no tomaron trigonelina.
Lo que significa que la trigonelina ayuda a adquirir, retener, estructurar y aplicar información relacionada con el entorno físico circundante desde una perspectiva tanto cognitiva como de biología molecular.
Según la explicación científica, luego de sumergirse en el hipocampo -la parte del cerebro ubicada en el lóbulo temporal, implicada en la memoria a largo plazo y la memoria declarativa- los expertos descubrieron que la trigonelina reforzaba los neurotransmisores y reducía la inflamación.