Constituyen uno de los grandes interrogantes para los especialistas debido a sus posibles efectos, tantos positivos como negativos sobre la salud.
Con el pasar de los años, el consumo de infusiones se incrementó cada vez más. Si nos ponemos a pensar, podemos notar que, en general, estas bebidas están presentes en cada momento de nuestra vida cotidiana; desde la típica taza de café en la mañana hasta el té antes de dormir. Sin embargo, no somos conscientes del efecto que ellas generan sobre nuestro organismo.
Las infusiones son conocidas en el mundo, siendo objeto de estudio por sus posibles beneficios para la salud. Si su consumo es moderado, los riesgos son nulos. Pero, nuestros hábitos de trabajo cotidianos nos juegan una mala pasada, ya que no nos basta con una taza al día de café o té.
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La cafeína, los riesgos de consumirla en exceso
Estas bebidas ricas en una sustancia llamada cafeína deben regularse, ya que su consumo en exceso puede resultar perjudicial para la salud. Según la licenciada en Nutrición Sofía Daniela Pérez (MN 14258), el consumo de té negro y café a diario suele desaconsejarse por las siguientes razones:
- Insomnio: el consumo excesivo de cafeína puede interferir con la capacidad para conciliar el sueño. Hay que destacar que más de 2 tazas de café ya se considera un exceso.
- Nerviosismo y ansiedad: la cafeína puede aumentar la ansiedad y el nerviosismo en muchas personas. Para solucionar los problemas de ansiedad, se suele suspender el consumo de café por un tiempo.
- Taquicardia: la cafeína puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que podría ser problemático para las personas con condiciones cardíacas preexistentes.
- Problemas gastrointestinales: el consumo excesivo de cafeína puede causar malestar estomacal, acidez y diarrea. Cuando hay problemas de inflamación o dolor lo más recomendable es sustituir el café o té por manzanilla, boldo, menta, árnica, cúrcuma, hibiscus, entre otras.
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Los beneficios del té
El té es una bebida antigua que comenzó siendo de uso medicinal. De la planta Camellia sinensis surge un catálogo enorme de variedades de esta infusión, muy consumida en el mundo entero.
En cuanto a sus beneficios, todo depende del tipo de hierba que se utilice ya que cada una de ellas tiene diferentes propiedades. De acuerdo con la especialista, los beneficios de tomar cualquier tipo de té (a excepción del té negro) son varios.
Por un lado, su alto contenido de antioxidantes puede ayudar a combatir el daño de los radicales libres. “Los radicales libres son como pequeños alborotadores en nuestro cuerpo. Les gusta causar problemas y algunos pueden hacer que nuestras células se dañen. Se forman tanto por respirar (el oxígeno es el mayor radical libre de nuestro cuerpo y lo necesitamos para vivir y recuperarnos de enfermedades) como también por la contaminación”, explicó la nutricionista.
Además, este tipo de infusiones, a base de hierbas, ayudan a reducir la presión arterial y el colesterol LDL. Entre los ejemplos que nombró la licenciada se encuentran los siguientes:
- Té verde: contiene catequinas, que se cree que tienen propiedades antioxidantes y pueden ayudar a reducir la presión arterial y el colesterol LDL.
- Té de hibisco o hibiscus: demostró tener un efecto hipotensor, lo que significa que puede ayudar a reducir la presión arterial.
- Té de ajo: se asoció con la reducción del colesterol LDL y puede tomarse en forma de infusión.
- Té de canela: se estudió por sus posibles beneficios en la reducción de la presión arterial y el colesterol.
- Té de jengibre: es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea.
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El té como desinflamante
Los beneficios de estas infusiones son muchos, pero entre los más conocidos se destacan sus propiedades desinflamantes.
“Estas infusiones suelen tener propiedades antiinflamatorias, carminativas (ayudan a aliviar la flatulencia y los gases), y relajantes que pueden ser beneficiosas para problemas gastrointestinales leves”, contó la especialista. Estos efectos los podemos encontrar en los siguientes tés:
- Té de jengibre: es conocido por su capacidad para aliviar las náuseas, reducir la inflamación y promover la digestión. Puede ser útil en casos de indigestión, gases y malestar estomacal. Sin embargo, es importante destacar que el jengibre aumenta la presión arterial. Por lo que personas con hipertensión deben evitar este tipo de infusión.
- Té de menta: esta hierba es refrescante y puede ayudar a aliviar la indigestión, los espasmos estomacales y los gases. También tiene propiedades antiinflamatorias.
- Té de manzanilla: es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y relajantes. Puede aliviar el malestar estomacal, la acidez y ayudar a relajar los músculos del tracto digestivo.
- Té de hinojo: es carminativo y puede ayudar a reducir los gases y el malestar abdominal. También tiene propiedades antiinflamatorias.
- Té de cúrcuma: contiene curcumina, un compuesto con propiedades antiinflamatorias. Puede ayudar a reducir la inflamación en el tracto digestivo.
- Té de anís estrellado: puede ayudar a aliviar los calambres y la indigestión.
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El café y el Alzheimer
Una investigación fue publicada en la revista científica Journal of Agricultural and Food Chemistry descubrió la bebida podría ser un aliado de aquellas personas que padecen de Alzheimer.
Los científicos detectaron que a medida que aumentaba la cantidad de cafeína ingerida, la acumulación de la proteína tau disminuía.
En la publicación, los investigadores explicaron que se presentaron un gran número de pruebas que dan cuenta que el café expreso “es una fuente de compuestos naturales que muestran propiedades beneficiosas para mejorar las patologías relacionadas con tau”.
Este descubrimiento podría ser un gran avance para ponerle fin a la enfermedad de Alzheimer, una afección que afecta a más de 55 millones de personas en el mundo.
Cuidarse de la cafeína
Pese a los beneficios mencionados anteriormente, el efecto del té y el café en nuestro cuerpo es complejo porque entran en juego diferentes sustancias, como la cafeína, un alcaloide conocido por su efecto estimulante.
Al tomar una taza de café, la cafeína actúa más rápidamente. En cambio, al beber una taza de té, el efecto es más duradero debido a que el alcaloide del té está ligado a los taninos y, por lo tanto, es absorbido más lentamente por el cuerpo.
Más allá de sus diferencias, “el consumo crónico (a diario) y excesivo de cafeína puede llevar a la dependencia de la cafeína, lo que resulta en síntomas de abstinencia como graves dolores de cabeza y mal humor si se intenta reducir o eliminar el consumo” comentó Pérez, quien agregó: “Esto no hace que sea imposible dejarlo, solo que la persona al momento de hacerlo se sentirá molesta hasta que la abstinencia pase”.
Es importante destacar que, si bien tanto el té como el café pueden ofrecer beneficios para la salud, abusar de estas bebidas puede poner en riesgo el bienestar, generando síntomas como insomnio, nerviosismo y aumento de la presión arterial.
“Aconsejo que el consumo tanto del mate, como del café y té negro sean esporádicos, o bien consumirlos una sola vez en el día, ya sean en desayuno o merienda. Preferir infusiones de manzanilla, boldo, llantén, cardo mariano o menta. Las infusiones tienen propiedades medicinales, por lo que es importante no quedarse con un solo té (por ejemplo, siempre té de boldo) sino que ir rotándolos durante una semana o dos”, cerró la nutricionista.